miércoles, 10 de junio de 2009

Escritos (mayo)

Ese día…

Tristeza, lástima, encierro, angustia, sentí tras caminar como si no tuviera rumbo. Aunque la compañía era buena, la música hermosa mi cuerpo no lograba estar ahí; quería escaparse, salir corriendo… -una y otra vez!! – me preguntaba, otra vez, otra vez? Hasta cuándo?, mi alma se sentirá perdida.
Tras dar tantas vueltas y vueltas busqué en las ropas un vestido seductor, para ver si la vida se despierta ante mí, pero creí que era demasiado y me coloqué un lienzo rojo para cubrirme del dolor que ella pudiera causarme. Y no hubo ningún momento que no quisiera llorar desconsoladamente, pero tras respirar hondo lo pude controlar; hasta que encontré una máscara y fue allí donde, sentí como un vaso desbordándose, solté la angustia y mi cuerpo comenzó a aflojarse, como algo mágico… esa letra de fondo hizo que te extrañara amor y volviera a creer en todo lo que me rodea y a valorar todo lo que tengo…
Pero sé que la búsqueda no termina y no hay máscara ni ropaje que nos pueda apartar de la realidad sino un gran espíritu y voluntad de afrontarla, buscando amor y pidiendo ayuda.

Alejandra

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