Volar a lo Girondo. Jugar.
Me gusta que vueles. Encontrarte en el vuelo, vos sos tu propio encanto. Tu deseo, ponelo donde va. Tengo las alas listas.
Volar soñando. Volar rozándonos, soñando nuestro deseo, volar saltando de nube en nube haciendo el amor mientras soñamos: torbellino; carrera interminable en busca de colores, en busca de sabores. Inexorable, etérea, interminable camino al paraíso, anidando en él, en el amor.
Dame un beso que me llene de preguntas, que me haga dudar, porque ya tengo la certeza de la soledad. Más caras, mil caras. Pasos, susurros, miradas, disfrute, sufrimiento; un huracán de sentimientos en una tarde con un poco de sol. Una y otra máscara. Dos: una pluralidad, un universo. Fuga interna por estallar y ser, vuelo del alma.
Te construyo uno y otro amanecer, que sea en lo que será. Que sea el amor. Y en el pensamiento un sinfín, que sea el amor, con jirones negros y dorados. El amor volado, que sea en lo que será, no recuerdo dónde y cuándo, si camino o vuelo. No hablamos, no hace falta: miramos el horizonte, es sólo el comienzo. La autopista es infinita, amor.
¿De qué impregnará su hechizo? Acaso llevaba nubes y cielos en su vara, juego fatal en las pieles del vuelo, gama sin fin de prisas y lentitudes.
Siempre lo supe, confieso que he llorado. Soy una bestia que aprendió a ser humana. Mi cuerpo vomita tierra, y al fin me iré, tan sutil como sé que he llegado, volviendo al aire, como el camino. La mejor imagen de mi andar.
Me gusta que vueles. Encontrarte en el vuelo, vos sos tu propio encanto. Tu deseo, ponelo donde va. Tengo las alas listas.
Volar soñando. Volar rozándonos, soñando nuestro deseo, volar saltando de nube en nube haciendo el amor mientras soñamos: torbellino; carrera interminable en busca de colores, en busca de sabores. Inexorable, etérea, interminable camino al paraíso, anidando en él, en el amor.
Dame un beso que me llene de preguntas, que me haga dudar, porque ya tengo la certeza de la soledad. Más caras, mil caras. Pasos, susurros, miradas, disfrute, sufrimiento; un huracán de sentimientos en una tarde con un poco de sol. Una y otra máscara. Dos: una pluralidad, un universo. Fuga interna por estallar y ser, vuelo del alma.
Te construyo uno y otro amanecer, que sea en lo que será. Que sea el amor. Y en el pensamiento un sinfín, que sea el amor, con jirones negros y dorados. El amor volado, que sea en lo que será, no recuerdo dónde y cuándo, si camino o vuelo. No hablamos, no hace falta: miramos el horizonte, es sólo el comienzo. La autopista es infinita, amor.
¿De qué impregnará su hechizo? Acaso llevaba nubes y cielos en su vara, juego fatal en las pieles del vuelo, gama sin fin de prisas y lentitudes.
Siempre lo supe, confieso que he llorado. Soy una bestia que aprendió a ser humana. Mi cuerpo vomita tierra, y al fin me iré, tan sutil como sé que he llegado, volviendo al aire, como el camino. La mejor imagen de mi andar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario